El Observatorio de Especificidad presenta un estudio sobre la mejora en el clima organizacional y la satisfacción en las empresas al incorporar a personas con discapacidad

Una investigación desarrollada por el Observatorio de Especificidad, Inserción Laboral e Inclusión Financiera de la Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad de Granada, presentada en el marco del I Networking del Club RSE de Empresas Socialmente Responsables, un proyecto impulsado por el Grupo CECAP y Fundación Soliss.

En ella se destaca que la incorporación de estas personas es especialmente valorada por sus compañeros de trabajo en aspectos como su compromiso laboral, su responsabilidad y capacidad de trabajo en equipo.

Para ello se han completado cuestionarios en cincuenta empresas públicas y privadas, donde se ha conocido la opinión tanto de los apoyos naturales de las personas con discapacidad como de los propios trabajadores, concluyendo que su incorporación laboral supone un crecimiento exponencial no sólo a nivel profesional sino también personal, mejorando aspectos como la autoestima, las habilidades personales o la iniciativa.

De otro lado y también durante este encuentro del Club RSE de Empresas Socialmente Responsables, se abogó por lograr un cambio de mentalidad en el empresariado de la región, abandonando una estrategia de buscar el máximo beneficio a corto plazo por otra que abogue por implementar un beneficio sostenible en el tiempo que les genere mayor valor competitivo.

Una cita a la que asistieron representantes de destacadas empresas de la región como el Grupo Tello Alimentación, CaixaBank, Soliss Seguros, get brit!, Previcaman, Ennova, Reciclajes Montes de Toledo (RMT), la Universidad de Castilla-La Mancha, el Cigarral del Ángel Custodio, el CD Toledo o los ayuntamientos de Guadamur y Yuncler.

Otro de los aspectos destacados durante el networking fue la importancia de que las empresas sitúen la estrategia de RSE al mismo nivel, por ejemplo, que los planes comerciales o financieros, por cuanto el mercado y los consumidores ya no demandan únicamente bienes y servicios, sino también un comportamiento ético y social por parte de las empresas que debe estar enmarcado en sus principios y no deberse a motivaciones solidarias o filantrópicas.